Introducción
Sabemos que nuestra sociedad ha evolucionado, fruto de ello tenemos hoy en día maravillosos avances en el mundo de la ciencia y la tecnología. Con esto la vida devocional de cada ser humano, es decir su espiritualidad hacia un ser supremo, también ha sido revolucionada con los cambios producidos.
No estamos hablando de una fe diferente, sino de un conjunto de herramientas tecnológicas que están siendo usadas para el desenvolvimiento de la misma.
¿Qué es la tecnología?
Tecnología es el conjunto de conocimientos técnicos, ordenados científicamente, que permiten diseñar y crear bienes y servicios que facilitan la adaptación al medio ambiente y satisfacer tanto las necesidades esenciales como los deseos de las personas.
¿Qué es la espiritualidad?
El término espiritualidad (del latín spiritus, espíritu) puede tener diferentes significados, dependiendo del contexto en que se use. Tradicionalmente se relaciona con la religión en la perspectiva de la relación entre el ser humano y un ser superior (Dios) y de la salvación del alma.
Espiritualidad y cambios tecnológicos
El término cambio nos servirá para enlazar los dos mundos de la tecnología y de la espiritualidad. En el primer caso el cambio es un salto, en el segundo es una conversión. Por el primero el hombre avanza, por el segundo profundiza. La articulación dinámica de ambos procesos es esencial a la naturaleza humana. Son acciones solidarias, por una parte un proyecto personal se realiza, se expresa, por otro una vocación se encarna, se acepta. El proyecto se impulsa con toda la fuerza de una convicción, la vocación es la respuesta a un llamado. Uno empuja, el otro atrae. Ciertamente el salto y la conversión, son incomparables, no tienen una métrica común, pero toda trayectoria personal y creativa se proyecta en el mundo y en la intimidad, es a la vez objetiva y subjetiva.
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